La feromonoterapia posee un enfoque preventivo y terapéutico que permite a los profesionales abordar el tratamiento de los trastornos del comportamiento de una manera muy natural, específica y segura.
Propusimos la palabra feromonoterapia para describir el uso de la feromona con el propósito de tratar trastornos de conducta y mejorar el bienestar de diferentes especies. Debido a que la mayoría de los dueños saben que sus mascotas viven en un mundo lleno de olores, consideran que este enfoque clínico en particular es muy interesante y aceptable. El límite de este enfoque está relacionado con la extrema precisión de la comunicación química. Para obtener los resultados esperados, debe prescribirse la feromona correcta, usarse en el momento adecuado y en el lugar correcto.
Especialmente importante para el éxito del tratamiento es tener ideas claras sobre el tipo de feromona que usamos y la estrategia de aplicación que vamos a elegir.
El complejo de feromonas faciales felinas, una asociación de diferentes secreciones dirigidas a funciones muy específicas (comunicación sexual para F2, señalización territorial y modulación emocional para F3, comunicación social para F4), ha sido el primer grupo de feromonas que dio lugar a productos sintéticos propuestos para tratamientos conductuales. Después de años de uso mundial de estas feromonas, la comprensión de sus efectos, así como los criterios de diagnóstico, que conducen a un uso más exitoso, han mejorado significativamente. Si los primeros protocolos para los tratamientos de alguna manera fueron empíricos, tratando simplemente de copiar la liberación natural de la feromona, en la situación correcta (por ejemplo, rociar F3 en las marcas de orina), los protocolos actuales son más sofisticados, generando mayor precisión en el uso del producto y en la elección del lugar de aplicación.
Grupos de feromonas
Las primeras clasificaciones de las feromonas solo describían dos grupos de feromonas: los “primers” (responsables de inducir secreciones hormonales (por ejemplo, feromonas sexuales, feromonas de adopción) y los “releasers” (capaces de inducir una respuesta conductual específica en el gato, como el rascado o el orinar en spray). Las feromonas maternas (feromonas apaciguadoras) secretadas por las hembras durante la lactación, se considerarían releasers. Pero la situación no es tan simple, ya que estas feromonas parecen ser las mismas que están en el líquido amniótico e inducen la conducta de maternidad a través de la secreción de: feromonas de adopción. Así, dependiendo del contexto de emisión, estas feromonas podrían considerarse como primers o releasers. Clasificaciones más recientes describen las feromonas de señalización (utilizadas para la comunicación social) y las moduladoras, capaces de modular el estado anímico y emocional. Muchas feromonas, dependiendo del contexto en el que se detectan, pueden pertenecer a diferentes grupos. Ahora, en la práctica clínica, la forma de utilizar los dos grupos iniciales es absolutamente diferente.
Actualmente disponemos en el mercado de las apaciguadoras utilizadas como releasers para inducir el comportamiento normal de lactancia en perras que presentan ansiedad generalizada, agresividad y rechazo a la lactancia con sus cachorros. El uso de releasers significa que los resultados esperados aparecen de manera más o menos inmediata, especialmente cuando se usan de manera preventiva al saber que podría haber algún problema. Aparentemente, que no hay necesidad de asociar ninguna terapia conductual con las releasers. Por el contrario, los primers se utilizan para modificar el estado emocional y hacer que el programa de modificación conductual sea más fácil de realizar y más eficaz. La prescripción de primers debe estar asociado a una terapia de conducta y debe comenzar algunos días antes de la iniciar la terapia, para mejorar el nivel de aceptabilidad de este programa por parte del paciente y sus dueños.
¿Cómo se usan?
Es posible describir tres estrategias para utilizar feromonas y es importante analizar inicialmente cuál es nuestro objetivo para lograr el éxito de la prescripción. La primera estrategia se basa en asegurar el suministro. Se aplica cuando existe sospecha o diagnóstico de falta de secreción de la feromona. Actualmente, podemos identificar dos situaciones. Primero: cuando falta la conducta de lactación en la perra y aplicamos feromona materna canina. Segundo: cuando hay disminución de las marcas faciales en gatos deprimidos y envejecidos que son ser tratados con la secreción facial F3. Otra nueva opción, en la estrategia de abastecimiento, es la inducción del marcaje por rascado en gatos, en el lugar elegido por los dueños. El rascado es uno de los comportamientos indeseables más famosos de los gatos domésticos. Al rascarse, los gatos liberan una secreción interdigital que incluye tanto feromonas señalizadoras (propósito social: no permanecer allí o no utilizar el área marcada) como feromonas releasers que inducen al rascado. Hemos analizado estas secreciones y ahora es posible, gracias a las feromonas sintéticas, que los dueños induzcan voluntariamente el rascado en el rascador que han seleccionado.
.La confusión viene con la segunda estrategia para utilizar feromonas. El objetivo de este enfoque es inducir al paciente a reaccionar como si él mismo hubiese usado el marcaje. El tratamiento del marcado con orina o rascado en el gato, utilizando la secreción facial F3 es un ejemplo típico. Otro ejemplo en felinos, es el tratamiento de las agresiones entre gatos o entre perros y gatos. En tales situaciones, se puede utilizar la feromona facial F4. Cuando un animal desconocido es tratado con la fracción F4, el gato es engañado sobre el estatus correcto del “intruso” y debe considerarlo como un familiar. Por tanto, la probabilidad de contactos pacíficos aumenta con el uso de esta feromona alomarcadora: ayuda al gato residente a aceptar a un recién llegado.
La feromonoterapia también es conocida por usarse de una tercera forma, que es la vía de inducción. La estrategia consiste en modificar el estado emocional para reacciones mejores y más rápidas. En esta estrategia, los primers son las únicas feromonas que pueden usarse. Los apaciguadores maternos y la secreción facial F3 del gato ofrecen oportunidades muy interesantes. Al observar el comportamiento de gatos tratados con F3, no solo se evidencia una disminución del comportamiento indeseable de marcaje, sino una mejora en la alimentación, el escaneo y el juego. Se enfatiza entonces, que el efecto positivo de la F3 en el tratamiento del orinado en spray, no se asocia solamente con el antagonismo existente entre el marcado facial y marcado con orina, sino que también está relacionado con una disminución de la ansiedad. Este efecto ansiolítico se hace realmente evidente cuando observamos los resultados de los ensayos clínicos que evalúan el efecto de la F3, en el tratamiento de trastornos durante el traslado de los gatos o en la prevención de la anorexia inducida por estrés en gatos hospitalizados. En estos casos, F3 muestra una importante función de estabilización emocional. El éxito del tratamiento está determinado por la capacidad del gato para marcar espontáneamente a personas o animales desconocidos (el retomar espontáneamente el frotamiento facial es también la señal del éxito del tratamiento con F3).
En perros tratados con la Feromona Materna Canina (DAP, por sus siglas en inglés: Dog Appeasing Pheromone) observamos una gran mejoría de los pacientes en una amplia gama de situaciones inductoras del miedo. Administrada a través de un difusor eléctrico permite tratar comportamientos indeseables relacionados con situaciones de separación (destrucciones, vocalización, emisión de heces u orina inadecuados). Estudios realizados en el Reino Unido confirmaron el interés del uso de DAP en el tratamiento de las fobias a los fuegos artificiales
¿Y en gatos?
En gatos, el uso de Feromona Materna Felina (CAP) es muy interesante para controlar los conflictos entre felinos y es importante en el manejo de los problemas del hogar con múltiples gatos. En los estudios realizados, el efecto de esta feromona en esta especie fue una disminución de la agresividad.
La evolución del conocimiento sobre las feromonas también nos ha llevado a trabajar en algunas otras señales químicas importantes liberadas abundantemente por los gatos: la secretoglobina Fel d 1, conocida también como el principal alérgeno de los gatos. Los recientes resultados publicados por nuestro equipo demuestran que esta proteína está involucrada en el reconocimiento individual y el transporte de feromonas. Este nuevo enfoque pronto debería conducir al desarrollo de nuevas estrategias contra este problema médico tan importante en la medicina humana.
Uno de los avances más recientes en el campo de la terapia con feromonas es la descripción de trastornos que afectan al órgano vomeronasal, la vomeronasalitis. Los gatos afectados por estos trastornos parecen desarrollar problemas de comportamiento que no están debidamente diagnosticados y que, además, no reciben tratamientos específicamente dirigidos: la comprensión de estos trastornos y el desarrollo de métodos de diagnóstico deberían conducir a un nuevo enfoque médico de los tratamientos intraespecíficos para trastornos agresivos y de emisión de heces y orina en lugares inapropiados.
“Esta herramienta aumenta el bienestar en caninos y felinos”
La feromonoterapia posee un enfoque preventivo y terapéutico que permite a los profesionales abordar el tratamiento de los trastornos del comportamiento de una manera muy natural, específica y segura.
Esta herramienta aumenta el bienestar en caninos y felinos
Las feromonas son solo mensajeros, no penetran en el organismo. La recepción de las feromonas únicamente activa y desencadena reacciones internas y fisiológicas. Por lo tanto, no existe toxicidad, ni efectos secundarios. Esta propiedad de las feromonas es particularmente útil en animales gerontes o enfermos y permite asociaciones con psicótropos y con cualquier tipo de terapia conductual.
Prescritas y utilizadas de manera correcta, las feromonas muestran un gran efecto y pueden ayudar al profesional a resolver muchos problemas de una manera completamente segura.